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1987, accidentes, Alianza Lima, Aviación Comercial, Historias, Tragedias
-Carajo Espino, le dije que se cuidara, se lo dije y me sale con esto, con esta huevada. ¡¡¡Puta madre!!!
-Perdone profe, pero no pude evitarlo, perdóneme.
-Ahora sin ud. sin poder viajar, voy a tener que cambiar el plantel para el viaje.
Unos minutos después de haber estado en la cancha, se producía este diálogo entre Marcos Calderón y César Espino, en los vestuarios debajo de la tribuna sur del viejo estadio nacional, minutos antes de la 16.00 horas de un húmedo y caluroso domingo 6 de diciembre de 1987. En el que habían empatado contra San Agustín 0-0, que lo dejaba con 25 puntos igualados con Unión Huaral, que perdería un par de horas más tarde contra Universitario 1-0.
-Nos vemos mañana en la tarde muchachos, en el club, para dar la lista de los que viajan el martes tempranito a Pucallpa. Gritaba Marcos Calderón.
(Último equipo que se presentó en Lima)
(Empate 0-0 contra San Agustín)
Al día siguiente, el lunes 7 de diciembre de 1987, a las 16.30 hrs, se acercaban los jugadores al estadio de Matute, algunos para entrenar (los que no jugaron y estuvieron en la banca de suplentes, el día anterior) y otros para tratarse golpes o «soltar las piernas» nada más (los que jugaron un día antes). Luego de terminar ese liviano entrenamiento, casi cayendo la tarde, con el sol escondiéndose por detrás de la tribuna occidente del estadio, en el hall central de esa misma tribuna. Marcos Calderón daba la lista de los 16 jugadores que se tenían que presentar el día siguiente martes 8, feriado, en el estadio para ir con rumbo al aeropuerto Jorge Chávez, tenían que estar 06.00 horas para así estar a las 07.00 en el aeropuerto, para poder abordar el vuelo charter contratado a la Marina de Guerra del Perú, el fatídico Fokker F-27 de matrícula AE-560, por el que los dirigentes habían pagado 60 mil intis, por el traslado ida y vuelta y que saldría a las 08.30 de Lima con destino a la calurosa ciudad de Pucallpa. Al terminar Marco Calderón de anunciar a los jugadores que viajarían, se escucho de entre el fondo del grupo una especie de reclamo dirigida hacia él.
–No Rodríguez, ud. no viaja, ud. ayer jugó poco y se lesionó, recupérese mejor y veré si lo tengo en cuenta para el sábado contra Bolognesi.
-Pero profe, puedo jugar, solo es un golpecito, al menos puedo ir a la banca de suplentes como ayer contra San Agustín.
-No, le dije Rodríguez, no insista, además no jugó bien ayer, así que en vez de que viaje, mejor recupérese y luego ya vemos el sábado, no insista.
Y ahí terminó la corta charla entre Marcos Calderón y Benjamín «Colibri» Rodríguez, que fue uno de los 9 jugadores y allegados (Arturo Guadalupe, Ricardo Elguera, Martín Carrillo, Richard Garrido, Javier Castillo, asistente de Calderón, Enrique Arenaza, Juan Illescas, César Espino, Juan Reynoso y Benjamín ‘Colibrí’ Rodríguez) que por expulsiones, bajo rendimiento o lesiones no viajaron en el fatídico avión Fokker.
(Presentación de Marcos Calderón el 31 de agosto de 1987 en Matute).
Ya se hacía de noche en La Victoria y los jugadores retornaban a sus casas, para volver al amanecer al club, lo que sería la última vez que lo pisarían, algunos (los solteros) se fueron a comer algo por las calles de La Victoria, otros, los que estaban casados o convivientes iban a sus domicilios para pasar sus últimas horas con sus familias, la noche del lunes 7 de diciembre, vísperas de navidad de un convulsionado tanto social como económicamente país que era gobernando por el aprista Alan García.
A las 06.15 del feriado martes 8 de diciembre de 1987, salían rumbo al aeropuerto los 16 jugadores, el comando técnico, un par de dirigentes, médicos, utileros, allá se unirían al grupo de viaje, los árbitros que iban para dirigir el partido, como el liquidador de la ADFP (Asociación Deportiva de Fútbol Profesional) que iba a verificar la taquilla del partido y también algunos barristas que normalmente se ubicaban en la tribuna occidente, muchos de ellos del barrio de Pueblo Libre, cercano al aeropuerto, es por eso que irían ellos por su cuenta al terminal aéreo. Pasadas las 07.00 horas ya se encontraban en aeropuerto para iniciar los trámites de embarque para viajar con rumbo a la Selva, el avión de la marina de guerra, partiría en principio a las 08.30 como esta previsto; Algunos problemas con la revisión de el avión hizo que demorara su partida de Lima, en ese mismo avión Fokker ya había viajado el plantel de Universitario de Deportes, que había jugado el 29 de noviembre de 1987 con el Carlos Manucci en la ciudad de Trujillo, y el mismo Alianza Lima, unas semanas antes, el 22 de noviembre, cuando se enfrentó a Cienciano en el Cusco.
8 muchachos de la barra también iban a viajar, ya que Agustín Merino reservó sólo 8 cupos para miembros de la barra, se les dio prioridad a barristas de la tribuna occidente que era menor cantidad que de los de popular y así se pusieron de acuerdo para que 8 de ellos viajasen ese martes a Pucallpa y entre ese grupo iban a viajar Alex Berrocal quien finalmente se quedó en el aeropuerto por cosas del destino, otros de los que no viajaron fueron Billy Jahnsen, Arnaldo Noguera Betancour y Luis «loco»Pinatte, los 3 por motivos personales y en lugar de ellos viajaron los hermanos Lozano y Miguel Ruiz.
Es así que luego de tensa y fastidiosa espera, por fin el avión logra despegar de Lima pasadas las 09.00 horas, luego de casi 2 horas de espera. La llegada a Pucallpa se produce cerca a las 10.30 horas y al llegar al terminal aéreo de ese esa ciudad, al notar la demora del bus que los trasladaría al hospedaje que tenía contratado, tuvieron que tomar contratar varios taxis para así poder movilizarse por la ciudad antes del partido y luego del mismo. Eso contrarió y mucho a Marcos Calderón y peor aún cuando llegaron al hotel para dejar sus cosas y almorzar antes de ir al estadio. No estaban hechas las reservas para la delegación en el hotel América, lo que causó aún mas la molestia de Calderón con el delegado del club Washington Gómez, que fue en representación del club junto al jefe de equipo Santiago Miranda y el tesorero de Alianza Lima Jorge Chicoma, los 3 únicos dirigentes que viajaron con la delegación. Para no perder tiempo, ya que se hacía casi mediodía en Pucallpa, buscaron un hotel cercano donde dejaron sus cosas y almorzaron algo rápidamente, se alojaron en el hotel Komby, cercano a la Plaza de Armas de Pucallpa y cerca al estadio. A las 12.30 procedieron a almorzar raudamente y a las 13.00 horas procedieron a ir al estadio a escasas 5 cuadras del hotel.
El partido contra el Deportivo Pucallpa empezaría a las 14.00 horas, y correspondía a la fecha 18 del torneo descentralizado 1987. El Deportivo venía de empatar 0-0 el sábado 5 en la contigua provincia de Loreto contra el Hungaritos, Alianza Lima venía de empatar 0-0 también, contra el Deportivo San Agustín, el domingo 6 de diciembre. La expectativa era muy grande en la ciudad que tenía y tiene mucha fanaticada «grone», desde el viernes anterior era grande la expectativa, que hizo que el sábado que empezaron a venderse las entradas para ese partido casi que se agotaron, el domingo, 2 días antes, no quedaban mas entradas para el martes 8, feriado, día de La Inmaculada Concepción. El Deportivo que era entrenado por el ex jugador de Alianza Lima, la otrora gloria Víctor «Pitín» Zegarra formaba esa tarde con: Efraín Álvarez, Javier Rovai, Lizandro Navarro, Roger Pinchi, Javier Pérez, Alberto Cano, Gerardo Camacho, German Garagay, Méndez, Bardales, «Mememe» Carpio.
(Última foto de Luis Escobar antes del partido).
Alianza que había llegada a las 13.15 al estadio, que apenas le dio tiempo para calentar, cambiarse y reposar algo el almuerzo, entraba a la cancha del estadio Oficial de Pucallpa con casi 5 mil personas que dejaban 387 millones de soles de recaudación, con José Gonzáles Ganoza, Gino Peña, Daniel Reyes, Tomás Farfán Farfán, Cesar Sussoni, Carlos Bustamante, Jose Casanova, Aldo Chamochumbi, Luis Antonio Escobar, Alfredo Tomassini y Miltón Cavero, luego entraría casi al terminar el partido Johny Watson por Miltón Cavero. El arbitraje corría a cargo de Samuel Alarcón y como jueces de línea a Miguel Piña y el pucallpino Efraín Salas.
(Alianza Lima 3 Deportivo Pucalla 0 primera rueda gol de Luis Escobar).
El calor era insoportable a la hora del comienzo del partido, estaban a casi 35 grados, lo que hizo que el partido sea muy soso, poco luchado y no tan disputado, jugado con poca intensidad, hasta que a los 34 minutos, tras una salida larga de Tomás Farfán, recepción de Luis Escobar y pase de este a «Pacho» Bustamante que le quedó el balón dando botes en un pésimo estado del campo, le»sombreó» el balón al arquero Álvarez, hizo el único gol del partido. El segundo tiempo sería igual que el primero, con Alianza teniendo la tenencia del balón casi sin llegar a profundizar, aguantando el resultado y lo logró al final terminando el partido Deportivo Pucallpa 0 Alianza Lima 1. Esto hizo que Alianza Lima pase a comandar el torneo descentralizado con 27 puntos, 1 punto mas que Unión Huaral que con su empate contra Utc de local 1-1 hacia que perdiesen estos la punta, el próximo partido de Alianza Lima sería el sábado 12 de local en el estadio de Matute y Deportivo Pucallpa, jugaría el domingo contra Sporting Cristal.
Luego de terminado el partido, alrededor de las 16.00 hrs, el plantel, se dirigió al hotel Komby a unas cuadras del estadio Oficial, se bañaron y se trasladaron al aeropuerto, también cercano al hotel, el vuelo debía partir a Lima a las 17.30 hrs. la delegación estaba ya lista para partir, pero como esa mañana también habría inconvenientes esta vez no aspectos técnicos de la aeronave, sino que faltaba el contador del club, el sr Jorge Chicoma que demoró en el estadio para recibir la parte que le tocaba al club por la recaudación de esa tarde,luego de casi una hora de espera a Jorge Chicoma, por fin el vuelo pudo salir con destino a Lima, a las 18.30 hrs, un horario inusual para salir de esa zona del país, sobre todo para esa clase de aviones al momento de cruzar la cordillera en horario nocturno. Pero al final ese no fue el motivo de real del accidente, sino el mal estado en el se encontraba ese avión como tantos otros de las fuerzas armadas por falta de mantenimiento. Eso sumada a la poca experiencia del piloto Edilberto Villar, que al momento de aterrizar la nave presentaba serios problemas en el tren de aterrizaje (dos llantas ubicadas por las alas del avión y una en la punta) problema por lo que el piloto se comunica con la torre de control de la empresa Corpac en el aeropuerto Jorge Chávez, para que ellos cerciorasen de que el tren de aterrizaje haya bajado completamente, por lo que el piloto decide dar una vuelta obligatoria y pasar nuevamente por la torre de control y así pudieran observar si había bajado el tren de aterrizaje, a las 20.10 se perdió totalmente la comunicación con la torre de control, al dar esa vuelta, no hubo rastros ya de ese avión fokker, nunca mas se supo ya del avión.
La noticia solo la supo personal de La Marina, que enviaron gente especializada para buscar a sobrevivientes y parte de la nave en el mar, las primeras personas fuera del ámbito militar que supieron la noticia, fueron Teófilo Cubillas que al llegar esa medianoche procedente de Montevideo, Uruguay, en que había competido con la selección master de Perú juntamente con unos de los que podrían haber viajado esa tarde, Javier Castillo ex defensor de Alianza Lima y en ese momento asistente técnico de Marcos Calderón que estaba de licencia para poder ir a jugar ese torneo a Montevideo. Cubillas no podía creer la noticia que le dieron en la salida de vuelos internacionales del aeropuerto.
Otro de los primeros que supo la noticia fue Alfonso Rospigliosi, que recibió una llamada las 00.30 ya del miércoles 9 de diciembre a su casa, de gente que estaba a cargo las operaciones de los aviones, para darle la noticia, llamándolo a su casa, este medio dormido recibió la noticia y trató de comunicarse con el presidente de Alianza, Agustín Merino para que le confirmase la noticia, no lo pudo ubicar, este se había enterado hacía algunos minutos antes en un restaurante cenando ya en esa muy tarde noche-madrugada, el presidente del club al conocer ese rumor se dirigió inmediatamente al aeropuerto, a partir de ahí empieza a «correrse la bola» hasta que a la 01.00 horas, en RPP (Radio Programas del Perú) lanzaban un flash informativo, indicando que el avión donde viajaba el plantel de Alianza estaba perdido, sin saber nada de ellos. Justamente el diario donde escribía «Pocho»Rospigliosi, «El Nacional», fue el único que sacó en portada la desaparición del avión de Alianza Lima, el miércoles 9 en la mañana, ningún otro diario informaría al respecto, hasta el día siguiente, por que ya habían cerrados sus redacciones temprano ese martes feriado.
(Así informaban los diarios el 10 de diciembre de 1987).
La mañana del miércoles 9 amaneció convulsionada por la noticia, no sólo en Lima, sino en todo el Perú, ya RPP mantenía informados a todo el país sobre el suceso y en televisión, el noticiero matinal «Buenos Días Perú» hacia lo mismo. La incertidumbre esa mañana era total, no se sabía nada de que si habrían encontrado el avión que estaba como desaparecido, si habrían sobrevivientes, no se sabía nada, las informaciones eran nulas o restringidas. Lo poco que se informaban los familiares y público en general a través de los rumores que pasaban de «boca en boca» que salía de gente allegada a La Marina, mas no había ninguna información oficial, lo poco que pudo saber es que alrededor de las 04.30 horas fue encontrado flotando sobre un resto del fuselaje, el piloto de la aeronave, a la postre único sobreviviente, Edilberto Villar Molina. Esa mañana muchos familiares se acercaron al aeropuerto o a la Base Naval del Callao a recabar información, otros se fueron al hospital Naval para averiguar si habían heridos, algunos se fueron directamente al mar de Ventanilla, muy cerca de donde sucedió el siniestro que fue en el mar de Santa Rosa, camino a Ancón.
Recién pasado el mediodía de ese miércoles 9 de diciembre se empezaba a conocer que no quedaban sobrevivientes, ya que era muy remoto que pudieran aguantar mas de 16 horas en el agua, con el riesgo de poder morir de hipotermia o ahogados, eran mínimas las esperanzas, pero eso no hizo que la mayoría de familiares, al no recibir noticias de sus seres, empezaran a pasearse por distintos nosocomios de la capital. Ya no sólo al hospital Naval, esperanzados en poder encontrarlos con vida, incluso hasta como la madre de Luis Escobar, en compañía de los hermanos del «Potrillo» recorrió esa mañana todo el litoral, hasta casi llegar a Huacho, todo en vano. Otros como la madre de Alfredo Tomassini, Hella de Tomassini que nunca claudicó la búsqueda de su hijo, ese y los siguientes días incluso hasta su muerte en el 2001. Nunca perdió las esperanzas de volver a ver a su hijo con vida e incluso llegó a recibir amenazas a su vida y a las de su esposo e hija como lo cuenta su hija. La hermana del jugador, Hella Tomassini Ait, asegura que su padre, Alfredo Tomasini Gutiérrez, un ex médico traumatólogo de la clínica Maison de Santé, en el centro de Lima, mantenía vivo el temor de supuestas amenazas que le habrían hecho agentes de la Marina, poco después del accidente.
“El 16 de diciembre (de 1987), casi una semana después de la tragedia, mi papá fue retenido en la Comandancia General de la Marina, que está en (la avenida) Salaverry (en el distrito de Jesús María), él me contó que lo tuvieron ahí varias horas, y le dijeron cosas como que no siga metiéndose (en el caso), que sabían que tenía otra hija que cuidar, que era época de terrorismo”, relata Tomasini Aita.
Otras familias empezaron a perder las esperanzas pasados los días sin poder encontrar a sus seres queridos, todo pasó a ser tristeza y desilusión, se pasó rápidamente de la esperanza a la desazón y al dolor. Hasta que el mar empezó a varar los primeros cuerpos, al día siguiente de ocurrida la tragedia y fueron los de la aeromoza Carmen Quiñones, teniente primero en retiro que iba como hincha Rafael Ponce, el tripulante Domingo Mercedes, una allegada llamada Nora Sánchez y 2 componentes del club, el utilero Andrés Eche y el médico Orestes Suárez, que iba en reemplazo de Ramón Aparicio que por cosas del destino no pudo viajar, por estar en la gira de la selección master al igual que Javier Castillo. Fueron los primeros 6 cuerpos que el mar varó en la tarde del miércoles 9 de diciembre. A la par los rescatistas de La Marina encontrarían parte del fuselaje del avión días mas tarde, nunca se pudo encontrar misteriosamente la «caja negra» como así tampoco aparecieron 5 cuerpos.
(Ùltimo balón que tocaron los finados, lo trajo de Pucallpa, «Pitín» Zegarra y donado al club)
El primer cuerpo de un jugador devuelto por el mar fue el de Tomás Farfán, el 15 de diciembre, junto al cuerpo de César Lozano y Miguel Piña, al día siguiente 16, el mar varó los cuerpos de Ignacio Garretón, Braulio Tejada, Daniel Reyes y Santiago Miranda el jefe de equipo, el jueves 17 aparecían los cuerpos de Gonzáles Ganoza, Johny Watson, Milton Cavero, César Sussoni, Aldo Chamochumbi y el barrista Oscar Colmenares. El Día 20 encontraban el cuerpo de José Casanova y de José Vergara, ayudante de utilería de 15 años, unos días mas tarde encontraban el cuerpo de José Mendoza y el 25 día de navidad el de Marcos Calderón. Nunca aparecieron Alfredo Tomassini Aita, Luis Escobar Aburto, Gino Peña Escudero, William León ni Carlos ‘Pacho’ Bustamante. 5 cuerpos nunca pudieron descansar en paz y ser despedidos por sus familiares y amigos, nunca.
Entretanto se empezaban con las investigaciones de lo ocurrido a cargo de fiscales civiles, que tomaron la declaratoria del piloto cuando estaba en el hospital Naval, hasta que el fueron militar se interpuso y no dejó que se continuara investigando, obstaculizando todo tipo de contacto con la única persona que podía aportar mas datos, aparte de los que ya había dado en su primera declaratoria. La investigación entonces pasó a manos de «La Junta de Investigación de Accidentes Aéreos de la Aviación Naval» y que estaba a cargo de el capitán de navio, Edmundo Mercado Pérez y que finalmente escondió ese informe final, nunca salió a la luz pública hasta que en el 2006, 19 años después de ocurrido el accidente, a través de un reportaje que difundió el programa político «La Ventana Indiscreta» se supo verdaderamente los motivos de ese tan horrendo siniestro que se llevó la vida de 43 personas, el reportaje a cargo de los periodistas Enrique Flor y de César Hildebrant Chávez indicaba que el informe final lo escondió Mercado Pérez y se llevó con el al momento de pasar a pasar a retiro en 1988, un año despúes del accidente y por esa jubilación recibió una tan buena indemnización que se mudó a Miami comprando una casa en esa ciudad, llevándose consigo la verdad de la tragedia. Ese informe fue elevado a sus superiores el contralmirante Roberto Duboc Meza y el vicealmirante Juan Soria Díaz, también tenían conomiento del informe los oficiales Fernando Zavala Claux, Carlos Arana Tenorio, Lorenzo Vargas Alfaro, Juan Koster Arauzo y Jorge Morante Bardell, todos callaron y ocultaron todo tipo de información al respecto.
Vergonzosas también han sido las declaraciones del ex presidente de Alianza Lima, el conocido funerario Agustín Merino, quien, ante la pregunta del reportero César Hildebrandt Chávez sobre la posibilidad de que Alianza hubiera demandado a la Marina de haberse conocido en 1988 el informe oculto, señaló lo siguiente:
“Un club es un club de deportes, no es un club de juicios ni de peleas ni de nada de esas cosas. Esto tiene que arreglarlo cada familia, es potestad de cada familia arreglar sus problemas. Nosotros no tenemos por qué arreglar problemas que no son de nosotros. Por más que al club le hubiera pasado lo que le pasó, no se metía en nada. Menos con la Marina, en ningún sentido“.
Entre los documentos encontrados en West Palm Beach se encuentra un compendio del Informe Final del accidente elaborado por Mercado Pérez y que fue elevado al entonces Comandante General de la Marina, el 10 de mayo de 1988 con el objetivo de procesar el cobro de la póliza con Popular y Porvenir Compañía de Seguros.
En ese resumen de 11 páginas, Mercado concluye que el Fokker 27 se estrelló en el mar por “un error humano”. En síntesis, la responsabilidad recayó sobre el piloto, el entonces teniente Edilberto Villar, y el copiloto, teniente Fernando Morales Dapuetto.
Pero las pocas horas de vuelos que registraban los pilotos de la Marina no sólo era un problema de los pilotos de Fokker 27. El informe secreto X.1000-043, del 18 de mayo de 1987 (siete meses antes del accidente), elaborado por el Comandante del Grupo Aeronaval Numero 2, capitán de navío Gustavo Salcedo Williams, detalla la carencia de repuestos y la poca disponibilidad de vuelos en helicópteros para entrenar a los pilotos en vuelos reales en este tipo de aeronaves.
De acuerdo con los reportes de la Marina, Villar registraba 1,170 horas de vuelo en el F-27, de las cuales 102 habían sido como comandante de aeronave. Cuando ocurrió el accidente, Villar tenía un año como comandante de aeronave.
Según la investigación, el F-27 despegó de Pucallpa rumbo a Lima el martes 8 de diciembre a las 18:31 y no a las 17:20 como estaba programado, debido a que un miembro de la delegación del Alianza Lima, responsable del cobro de la taquilla del partido contra el Deportivo Pucallpa, se retrasó y recién abordó el F-27 a las 18:15. Esto significaba que parte del vuelo hacia Lima y el aterrizaje se harían de noche.
Al respecto la investigación de Mercado Pérez detalla que en los tres meses previos al accidente, Villar sólo había tenido 12 horas de vuelo instrumental en el F-27. De noche apenas acumulaba cinco horas. En el último mes no registraba ni una sola hora de vuelo nocturno.
Durante esa investigación, los jefes de Villar aseguraron que el entonces teniente contaba con la capacidad suficiente para comandar la aeronave. Respecto a Morales, las opiniones fueron más conservadoras. Pero lo cierto es que los reportes oficiales de la Marina detallan que apenas registraba una hora de vuelo nocturno en los tres meses previos al accidente.
El resto es ya todos lo conocemos. De acuerdo a la investigación de Mercado Pérez ocurrió una serie de hechos: la luz del tren de aterrizaje delantero prendió en naranja (indicando que algo estaba mal); Villar empezó a revisar los manuales de procedimiento – que estaban escritos en inglés, idioma que no dominaba -, y le entregó el mando a Morales; éste sin percatarse piloteó la aeronave en descenso hacia el mar; y cuando Villar intentó rectificar fue muy tarde. El avión se estrelló en las aguas de Ventanilla.
Sin embargo, la conclusión de esta suma de factores no incluyó la negligencia de los mandos de la Marina al ofrecer un servicio de transporte para civiles sin que se destinara el presupuesto necesario para ofrecer la adecuada capacitación a sus pilotos. Las acusaciones se centraron en Villar mas que en el mantenimiento de las aeronaves. El 29 de julio de 2008, Mercado Pérez, el investigador de la Marina, murió de cáncer generalizado en un hospital de West Palm Beach.
(Informe revista el Gráfico Perú, 2006).
Se tejieron muchas controversias con respecto a la caída del avión, muchas hipótesis, obviamente nunca esclarecidas, se habló por ejemplo que el avión traía droga de la selva para Lima, como estas polémicas declaraciones de allegados a los futbolistas fallecidos.
“Yo lo tengo claro: el avión traía droga y los marinos se bajaron el avión. Tengo indicios. La libreta electoral de mi esposo estaba casi intacta, solo con un poco de agua. ¿Tú crees que con el agua salada del mar, esa libreta se va a quedar así? No, con tantos días en el mar, esa libreta tendría que estar destruida. Seguro los marinos le pusieron un poco de agua para pasar desapercibidos. Estoy segura que a los muchachos los secuestraron con la intención de desaparecerlos, y así lo hicieron. Hubo otro hecho: el calzoncillo de Marcos Calderón tenía una mancha de sangre que, según su esposa, estaba ahí desde antes del accidente. ¿Cómo es posible que después de tantos días en el mar, esa mancha de sangre siga ahí? Por otro lado, los maletines y los chimpunes estaban reventados, ¿qué raro no? Yo creo que los jugadores que no aparecieron porque estaban baleados. Seguro ellos se opusieron a los militares. Mi esposo apareció 8 días después, pero no sé cómo lo han matado». Entrevista con Ofelia Bravo, viuda del jugador Tomas “Pechito” Farfán.
Otros aseguran haber visto el cadáver de Jose Gonzáles Ganoza con orificios de bala en la morgue de Lima, todo por supuesto sin ser confirmado.
(Se conformaba un nuevo equipo).
Muchos clubes, dirigentes, en general todo el mundo del fútbol, se solidarizó con el club Alianza Lima, que había quedado casi devastado, sin nada, solo algunos dirigentes y alguno que otro miembro médico, 1 miembro del comando técnico y sólo 8 jugadores que lograron salvarse al no viajar con el plantel.
Algunos clubes peruanos se prestaron para ceder jugadores a ese nuevo Alianza Lima que se venía, como Utc, Manucci, Universitario de Deportes, Deportivo Municipal entre otros y hasta clubes extranjeros como el Colo Colo de Chile.
Universitario cedió a los jugadores Luis Carmona y a un muy joven Juan Carlos Bazalar, que por su juventud se negó a pasar al rival de toda la vida, ya que esperaba luchar ser titular en su club, por cosas de la vida, años mas tarde este pasaría a Alianza Lima siendo figura, muy respetado y reconocido.
Colo Colo enviaba a 4 jóvenes jugadores como Jose Luis Letelier, tercer arquero del plantel «cacique», detrás del argentino Daniel Morón y de el «Rambo» Marcelo Ramírez, Parcko Quiróz, back central de buena proyección pero poco utilizado en el plantel chileno,el delantero René Pinto y el volante Juan «Candonga» Carreño, jugadores que al no tener cabida en el equipo principal del «cacique» que dirigía Arturo Salah, aceptaron viajar a Lima con todos los gastos pagados por Colo Colo, menos Carreño que se negó a viajar y ni quería saber nada de dejar Santiago. Así que lo reemplazo Francisco Huerta, otro joven volante como Carreño pero con muchas ganas de gloria.
Y es así como se fue formando el nuevo ALianza , varios jugadores que quedaban libres el 31 de diciembre de 1987 y muy afines al club se ofrecían para poder armar el nuevo equipo, jugadores como Teófilo Cubillas que volvía al club de sus amores, Jose Velasquez que estaba en el Deportes Iquique de Chile, rescindía su contrato para volver al club que le dio la gloria, otros como Roberto Rojas de Sporting Cristal, terminaba su contrato ese 31 y volvía también, y algunos mas como Maurinho Mendoza de Cni de Iquitos, Eduardo «Sampri» Saavedra y Osvaldo Flores de Deportivo Municipal, Luigi Dietz de Sport Boys también fueron cedidos, así como también el retorno de Wilmar Valencia del fútbol salvadoreño, aparte eran promovidos al primer equipo juveniles como Manuel Vinces, Jorge Vallejos y varios mas, mas el apoyo como director técnico del «cholo» Rafael Castillo que se encargaba de la parte formativa del club en las divisiones menores, es que se fue armando ese nuevo Alianza e hicieron que el club resurgiera de sus cenizas y volver a ser el club más grande y popular del país como en otrora, como desde 1901.
Y ese nuevo Alianza reforzado por algunos jugadores y ex jugadores volvió a pisar una cancha de fútbol, un jueves 17 de diciembre de 1987. 9 días mas tarde de ocurrido ese doloroso siniestro, con un partido homenaje contra Independiente de Avellaneda, que dio una gran mano al enviar su equipo casi titular sin costo alguno, mas que los gastos operativos y de traslado para poder jugar en Lima, ese equipo dirigido por el «pato» José Pastoriza. También lo hicieron esa tarde-noche Universidad Católica de Chile y Universitario de Deportes, todo lo recaudado fue a parar a los deudos de las víctimas, no solo los jugadores, también árbitros, barristas etc. Todo fue solidaridad esa noche de diciembre vísperas de Navidad.
(Amistoso contra Independiente el 17 de diciembre).
Mucha gente hizo lo posible para que este club no se fuera con los «ángeles de Ventanilla», mucha gente hizo todo lo posible para este club resurgiera como el «ave fénix» que renacía de sus propias cenizas y volver a ser lo que fue en su historia, un club grande, un club de arraigo, el mas grande club del país.
Y el hincha blanquiazul estará eternamente agradecido a toda esa gente que dio la mano en un momento tan complicado, en el momento mas difícil de este glorioso club llamado ALianza Lima.
(El nuevo Alianza 1988).
Fue la última jugada al destino de esos grandes jugadores, pero ese destino hizo todo lo posible para que nunca nos olvidemos de ellos, nunca. Los que los vivieron en esa época, los que los disfrutaron y también los que sólo hemos leído o escuchado mucho sobre ellos, sin haberlos podido ver, nunca serán olvidados.
En el accidente perdieron la vida un total de 43 personas, 16 integrantes del equipo, 6 miembros del cuerpo técnico, 4 auxiliares, 8 miembros de la barra, 3 árbitros y 6 tripulantes.
Marcos Calderón – D.T.
José Gonzáles Ganoza (33).
César Sussoni (23).
Tomás Lorenzo Farfán Farfán (26).
Daniel Reyes (23).
Gino Peña Escudero (23).
José Casanova Mendoza (23).
Aldo Chamochumbi Argote (19).
Carlos Bustamente (22).
Miltón Cavero Carozzi (20).
Alfredo Tomassini Aita (22).
Luis Antonio Escobar Aburto (18).
José Mendoza Ismodes (26).
Ignacio Garretón (19).
Willian León (22).
Braulio Tejada Guzmán (18).
Jhonny Watson Navarro (25).
Rolando Gálvez – Preparado Físico.
Orestes Suárez Galdós- Médico.
Andrés Eche Chunga – Utilero.
José Vergara – Ayudante de utilero.
Washington Gómez – Delegado.
Jorge Chicoma – Tesorero.
Rodolfo Lazo Esteves – Kinesiólogo.
Santiago Miranda Mayorga – Jefe de Equipo.
8 barristas: Eugenio Simonetti Gonzáles, Jose Errea Pintado, Julio Cáceres Rey, Oscar Colmenares Urteaga, Rafael Ponce Gonzáles, Germán Lozano Merea, César Lozano Merea y Miguel Ruiz Espejo.
5 Miembros de la tripulación: Fernando Morales Dapuetto, Abraham Del Portal, Jose Vicente Rivas, Domingo Mercedes Miranda y Carmen Quiñonez Chávez.
3 árbitros: Miguel Piña, Samuel Alarcón y su hermano también árbitro de segunda que sólo fue a acompañar a su hermano mas no a dirigir, Manuel Alarcón. Además de un miembro de la ADFP, Victor Barco así como también una allegada llamada Nora Sanchez Díaz.
El Alianza de 1987 no fue un equipo que apareció espontáneamente. Se fue formando progresivamente en los ochenta debido a la crisis futbolística en la que entró el cuadro blanquiazul luego del formidable bicampeonato de 1977-1978. El más veterano de cantera aliancista era el arquero José Gonzales Ganoza (que debutó en 1973), al que seguían Juan Illescas (1978) y Tomás ‘Pechito’ Farfán (1980). En 1982, con ‘Pitín’ Zegarra en el banco, apareció una primera camada: José Casanova, Gino Peña, William León, Milton Cavero y el arquero José Mendoza (que debutó en 1983). En 1984, ya con Juan José Tan como entrenador, los promovidos por Zegarra empezaron a ser titulares y surgió a la par una segunda camada: Luis Escobar, Daniel Reyes, César Sussoni, Carlos Bustamante y Benjamín ‘Colibrí’ Rodríguez.
En 1986, con la llegada de ‘Didí’ al banco victoriano, todos estos jugadores integraban un conjunto ya más cuajado. Ese año fue promovido también Juan Reynoso y al año siguiente, en 1987, subieron al primer equipo Ignacio Garretón, Aldo Chamochumbi y Braulio Tejada. En el plantel también estaban César Espino y Johnny Watson, que ya tenían algunas temporadas de experiencia con Sport Boys y Alfredo Tomassini, quien fue el último en sumarse a mitad de ese 1987, proveniente de las canteras de Cristal.
(Algunos de los que sobrevivieron).
Aunque actuaban esporádicamente, el equipo de 1987 lo integraban también Richard Garrido, Arturo Guadalupe, Ernesto Arenaza, Ricardo Elguera y Martín Carrillo, quienes, al igual que Reynoso, Rodríguez, Espino e Illescas, tampoco viajaron en el fatídico vuelo a Pucallpa.
(Diversas publicaciones).
(Nota de la Revista el Gráfico de Argentina escrita por «El Veco»).
(Informe de Revista Caretas).
Fotos: Diarios : El Comercio, La Tercera, Expreso, El Nacional, La República.
Revistas: Caretas, El Gráfico.