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Era una mañana normal, común como cualquiera de primavera; un poco más fría de lo normal. Cuando aquel miércoles 03 de octubre de 1974, se iban a realizar las actividades por el sexto aniversario del ingreso del gobierno militar en este país: se iba a realizar una multitudinaria reunión en la Plaza Dos de Mayo, donde estaría hablando el presidente de ese entonces, General Juan Velasco Alvarado. Se encargaría de hablar de la revolución que se estaba llevando a cabo. Cuando dieron las 09.21 horas, y durante más de 100 segundos se empezó a remecer toda la ciudad, quedándose los relojes parados en ese horario.
Un terremoto de 8 grados Celsius azotaba la tranquila ciudad de Lima. El epicentro fue al sur de Lima, entre la zona de Asia y Cañete y destruyó buena parte del sur chico de Lima, así como también: Pisco, Ica, Chincha, Nazca. Muchas edificaciones antiguas acabaron derruidas.
En Lima, las zonas más devastadas fueron: Barrios Altos, Rímac, el Centro, así como también Barranco, Chorrillos, donde muchas casonas y edificaciones antiguas hechas a base de quincha y adobe, se vinieron abajo ocasionando muchos heridos y sobre todo más de 70 muertos. Hubo otras zonas de emergencia consideradas críticas como el residencial distrito de La Molina.
Esos fueron los 100 segundos más largos en la vida de muchas personas, que tuvieron la fortuna de sobrevivir, ya que a muchos los encontraron ya despiertos por el horario. Algunos otros camino a sus centros laborales o de estudios, y no descansando y durmiendo como suele suceder con muchos sismos que ocurren de madrugada. El horario fue también una de las causas que no hubieses más que cientos de heridos y unas pocas decenas de muertes.
Ese fue el 2do golpe en materia sísmica que sufrió el gobierno revolucionario del General Juan Velasco Alvarado. Ya que unos años antes sucedió el terremoto de Yungay en el departamento de Ancash, en aquél recordado 31 de mayo de 1970, donde desapareció toda la ciudad de Yungay.
Poco a poco como en la localidad de Yungay, Lima empezó a reconstruirse hasta volver a ser la Lima de siempre, la Lima señorial y tan querida por muchos, la Lima que todos conocemos.
Y también nos hace recordar, que siempre tenemos que estar alertas ante los continuos sismos en este país, que se encuentra ubicado en una zona sísmica y de continuos movimientos.
44 años de ese último fuerte terremoto en la capital, ese terremoto que azotó Lima, que ya había aguantado otros anteriormente como en 1966 y sobre todo el de 1746 que destruyó más de media ciudad. Ambos por curiosidad también ocurrieron en el mes de octubre, como este de 1974.
A estar preparados ante cualquier movimiento sísmico y sobre todo aprender los procedimientos antes estos sismos que nos enseñan en los simulacros.
Fotos: Diario La Crónica.