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Se citaron a duelo una mañana casi fresca del domingo 2 de mayo de 1915. Era el duelo de los más «faites» del Malambo en el Rímac.
Era un esperado duelo entre los más fascinerosos malandros de esos barrios peligrosos de la ciudad. Eran 2 de los más afamados bandido de esas zonas. Cada uno lideraba un bando de malandros; uno se llamaba Cipriano Moreno, pero todos lo conocían como «Tirifilo». El otro se llamaba Emilio Willmann y su apodo en el hampa era el de «Carita». Se tenían rencor de siempre, eran rivales de todo: en lides amorosas en los prostíbulos de la capital, en prestigio, en fama. Tenían mucha rivalidad ambos hampones. Cada vez que se «trompeaban» casi siempre salía vencedor Moreno, era bueno para los puños, y a la vez manejaba bien la «chaveta» como casi todos los hampones de aquellas épocas.
Se tenían tanto rencor que ese duelo entre ambos delincuentes debía terminar; y la única manera era batiéndose en un duelo a «chavetazos» y hasta morir. Ya no se soportaban ninguno de los 2. Ya no podían cruzarse en algún bar del Malambo sin que terminara en alguna pelea.
Pactaron su duelo a morir mediante los padrinos de cada uno. Sebastián Fermín y Antonio Peña por el lado de Willmann. Y Juan Risco y Julio Allende por el lado de Moreno. Los padrinos de Carita y de Tirifilo además pactaron las condiciones del duelo, que acontecería en el callejón del Águila en el barrio de Tajamar en pleno Rímac, muy cerca al Malambo, el domingo 2 de mayo de 1915 a las 8 horas. Se usaría sólo «chaveta», ninguna otra arma y el vencedor no daría cuenta a la policía de lo acontecido, ni tampoco ningún allegado del bando del perdedor.
Es así que esa mañana de mayo algo nublada, fresca sin llegar a ser fría, ambos hampones se encontraron para redimir sus diferencias; y empezó así este famoso duelo. Lo empezó ganando Moreno con mucha más «cancha» que su contendor, era más ducho en el uso del puñal. Además tenía más años en el mundo del hampa. Willmann sólo procedía a defenderse, ya Moreno le había proferido unas 7 heridas en distintas partes del cuerpo como en los brazos y parte del tórax; Willmann estaba casi bañado en sangre y apenas se podía mantener en pie defendiéndose de los puñalazos, Moreno sólo estaba salpicado por la sangre de Willmann. Parecía que el final de Carita estaba por llegar, hasta que no se sabe como atacó con toda la furia a Tirifilo logrando a llegar a abrazarlo y atestarle una puñalada atroz que le atravesó la espalda a la altura de los pulmones. Este ya no se pudo levantar más y quedo tendido y casi agonizante, Carita también caía rendido por el extenuante duelo que lo tenía como ganador.
La gente expectante del duelo, hampones como Willmann y Moreno, trasladó al hospital 2 de mayo a Carita, pero con Tririfilo ya no podían hacer nada, falleció a los minutos de aquella puñalada.
Con eso terminó la fama de tenebroso hampón de Cipriano Moreno «Tirifilo» y empezaba la fama del nuevo hampón del barrio del Malambo, Emilio Willmann, hijo de una negra porteña del Callao y de un marino inglés que estuvo de paso por el país y sólo le dejo el apellido como herencia. Empezaba la fama de «Carita», que hasta Ciro Alegría escribió una novela basado en este duelo.