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Aún tenían en la mente el asesinato de Luis Galán, candidato a presidente para las elecciones de 1990, acontecido solo unos meses antes; Cuando Colombia amaneció la mañana del jueves 16 de noviembre de 1989, con mas susto que nunca, el narcotráfico se había metido en un deporte tan popular como el fútbol, muy popular en ese país que acompañaba a la población pobre (muchos en ese época) en sus momentos de ocio o simplemente solo pata olvidar los malos momentos.

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La noche del miércoles 15 de noviembre, luego de jugarse el partido entre Independiente Medellín y América de Cali, por el cuadrangular de repechaje del torneo colombiano de 1989, era asesinado el árbitro Álvaro Ortega. Un joven árbitro con futuro promisorio, que contaba en ese momento con sólo 32 años. Era sabido que fue el narcotráfico el que lo asesinó y mas aun estando en la tierra de nadie que era Medellín en esa época de fines de los 80.

Esto no hubiera ocurrido si Álvaro Ortega no hubiera ocultado la amenaza que le hicieron llegar a raíz de su actuación en un encuentro anterior, también jugado por ambos clubes, esta vez en Cali, el 26 de octubre en el que ganó el América por 3-2 y Ortega anuló un gol por supuesta jugada peligrosa casi al finalizar el partido que hubiera ocasionado el empate del Deportivo Independiente Medellín y la ganancia de millones dólares por las apuestas en el mundo del narcotráfico (se rumorea que por ese resultado, el cártel de Medellín, específicamente Pablo Escobar, perdió 3 millones de dólares que había apostado por el triunfo o empate del DIM).

Volvamos a los hechos. Era casi fin de año en Colombia, solo quedaba jugarse un cuadrangular final para redimir el nuevo campeón de ese año 1989 en Colombia. Fue un buen año en lo deportivo para ese país, Atlético Nacional había conseguido la Copa Libertadores por vez primera y además la selección de Colombia volvía a un mundial de fútbol luego de 28 años (desde hacía 1962 que no lo jugaba). Se jugaba la 2da fase de un enredado torneo colombiano, el cual consistía en 2 cuadrangulares, entre los 8 mejores clubes del torneo, los de 2 mayor puntaje clasificaban a el cuadrangular final (estos eran Junior y Millonarios) los otros 2 se registrarían de un cuadrangular de repechaje que lo jugaban América, DIM, Atlético Nacional y Unión Magdalena (un gran cuadro que era dirigido por un conocido nuestro, Jorge Luis Pinto, «El Maestro» que llegó en 1997 a Perú, para sacar campeón al club mas popular del país, Alianza Lima, ese 1989 si es que no se suspendía el torneo,porque ese Unión jugaba realmente bien, pudo ser su primer título como entrenador, el cual lo logró recién en ese año 97).

Por el cuadrangular A, el que también lo integraban Junior y Millonarios, jugaron el jueves 26 de Octubre en el estadio «Pascual Guerrero » de Cali, el poderoso América que venía de ser 3 veces subcampeón de la copa Libertadores (1985, 1986 y 1987) y que el año 1988 había quedado en 3er lugar del torneo. En frente estaba el Deportivo Independiente Medellín, equipo que contaba con apoyo del dinero ilícito proveniente del narcotráfico, en realidad el América también contaba con ese apoyo y casi todo el fútbol colombiano.

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El partido lo ganó esa noche América de Cali por 3-2, lo arbitró Alvaro Ortega y sobre el final anula una jugada de «chalaca» de Carlos Castro jugador este del DIM por «jugada peligrosa» al realizar esa acción en el área del América, un fallo algo discutido que hizo que el partido no terminara empatado cuando sólo faltaban 2 minutos, además Ortega había expulsado al «petiso» Roberto Oscar Zárate, su actuación algo polémica esa noche, fue quizás el detonante para que los apostadores narcotraficantes hayan puesto la mira en la vida de Ortega. Obviamente esperaron que arbitrara un partido en la «localía» del cártel, o sea en Medellín, y esperaron el tiempo suficiente.

La prensa no se cansó de criticar a Ortega por su actuación esa noche, sobre todo la prensa «paisa» que se sentía perjudicada. Eso hizo que el aficionado de Medellín mirara con recelo una próxima designación para arbitrar a alguno de los clubes de Medellín.

Pero para la DIMAYOR, volvió a designar a Álvaro Ortega para un partido del DIM, como hacía sólo unas semanas, lo designó junto a Jesús Díaz (el mejor árbitro de Colombia en ese momento) y un novel bogotano llamado Orlando Reyes. Como era costumbre en Colombia, el referí principal era designado por sorteo momentos antes del partido.

Ortega llegó esa mañana muy temprano junto a Díaz a Medellín, desde su natal Barranquilla, sin presagiar que ese sería su último día, que esa noche perdería atrozmente la vida. Aunque según su amigo en el referato Jesús Díaz, Ortega habría recibida una llamada, quizás amenazadora, quizás intimidatoria de los narcotraficantes; Eso nunca se sabría, ya que Ortega calló esa llamada, nunca le comentó a nadie sobre la llamada, ni siquiera a su amigo Díaz que algo raro lo notó luego de la llamada. Ortega pensaba que quizás algo podría llegar a pasar en su estadía en Medellín, pero nunca que perdería la vida esa misma noche.

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(Salida del Atanasio Girardort, esa su última noche, de mal arbitraje de Orlando Reyes).

A las 20.00 del miércoles 15 de noviembre de 1989, jugaban en el estadio «Atanasio Girardot» de Medellín, por el cuadrangular de repechaje, Deportivo Independiente Medellín contra el América de Cali, nuevamente se cruzaban ambos clubes esta vez por el cuadrangular (que compartían con Junior y Unión Magdalena) que los podía llevar a la gran final del fútbol colombiano, según el sorteo el árbitro principal sería el novel Orlando Reyes y los jueces de línea Jesús Díaz y el cuestionado Álvaro Ortega, nuevamente estaba presente (esta vez como línea) en un partido entre estos 2 clubes, como ese 26 de octubre. Para muchos Reyes hizo un desastroso arbitraje, haciendo que la afición que asistió al «Atanasio» empezara a corear el nombre de Días. La labor de Ortega como juez de línea pasó desapercibida, «limpiando» en algo su arbitraje del 26 de octubre, pero para el narcotráfico, no había olvido ni perdón, ya estaba sentenciado de muerte por haberlo hecho perder millones de pesos la noche que dirigió al DIM. El partido terminó 0-0, Díaz y Ortega se fueron a los vestuarios a ducharse y salieron con una calma inusitada del estadio, tanto así que mucha gente que aún quedaba en las afueras del mismo vitoreaba el nombre de «Chucho» Díaz, Ortega sintió por su labor de esa noche y por los vitoreos a Díaz había olvidado su anterior labor y es así que sugirió a Díaz ir a comer algo por el centro de la convulsionada y peligrosa Medellín antes de retornar al hotel Nutibara; Esos iban a ser los últimos momentos de Ortega en vida, camino a un restaurante a las 22.48 de aquel miércoles 15 de noviembre de 1989 era acribillada a tiros el joven árbitro Alvaro Ortega, por unos sicarios presumiblemente contratados por el narcotráfico (casi con seguridad del cártel de Medellín, ya que estaban en su zona y esperaban el momento justo, este era el mas indicado, de tener a Ortega en su territorio y vengarse por su labor del 26 de octubre además estaba la rivalidad contra el cartel de Cali, que decían que financiaba al América, eso hacia que el odio hacia todo lo «caleño» sea insostenible).

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(Cuerpo acribillado de Álvaro Ortega)

Al momento de ser de ser ultimado Ortega, estaba acompañado de Jesús Díaz y un amigo de ellos de la ciudad, esa ciudad que era la mas temida, la mas asolada por la violencia en Colombia, la ciudad a la que pertenecía el DIM; ese mismo DIM al que quizás si no le hubiera anulado ese polémico gol aún Ortega estaría con vida, pero este hombre ejemplar fue asesinado por cumplir con su labor, con su labor de árbitro de fútbol. Fue asesinado por el narcotráfico; el mismo narcotráfico que ya había asesinado a Jueces, Ministros, Periodistas, Población Civil, Policías, Políticos, solo le faltaba asesinar a un árbitro de fútbol. Esa cálida noche de noviembre de 1989, sucedió lo tan temido, sucedió eso, asesinaron a un árbitro de fútbol, la noche que el narcotráfico asesinó al fútbol.

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(El fútbol fue suspendido ese 1989)

Fotos : Revista «El Gráfico» y Google.