¿QUÉ BUSCAMOS EN NUESTRAS VIDAS ?
Siempre me pregunté eso, que buscan los demás en sus vidas
Muchos buscan llegar a la felicidad, logrando tener ese auto 0 km, full equipo y con buenos parlantes, soñado, otros quizás anhelan tener ese trabajo bien remunerado donde ganan entre 3500 a 5000 soles al mes u otros quizás menos materialistas, esperan ver a sus hijos consagrados.
Yo como idealista que soy, me mantengo firme en mi ideal y ¿Cuál es ese ideal?
Así suene cursi, es el AMOR, así suene ridículo, mi mayor anhelo en la vida, es encontrar a esa princesa, con la cual pasaría mis días de vejez, que sea mi compañera ideal y de toda la vida, que sea la madre de mis hijos, que cuando la viera con esa pancita de embarazo, me emocione hasta lagrimear. Obviamente nunca la encontré, quizás nunca la vaya a encontrar en mi vida, pero mi ideal nunca morirá. Fracasé varias veces en el intento, en alguna oportunidad me costó mucho levantarme, en otras casi nada y seguí para adelante, pero siempre con ese objetivo en mi vida.
Recuerdo que en los años 90, comienzos de esa década, por el 93 o 94, época sin redes sociales (algo muy lindo eso) y con solo 4 canales de aire en la tv, cosa que hacía que te aburrieras, no quedaba más que agarrar tu radio a pilas y tirarte a la cama, mirando el techo de tu desordenada habitación a escuchar música romántica en variadas ocasiones y es así que sintonizaba a Héctor Felipe, creo que en Studio 92 y su “Directo al Corazón” y con esa música romanticona, pensaba (idiotamente) “¿ Habrá alguna mujer en mi vida que alguna me dedique canciones así tipo las de Miryam Hernández o Jeanette en mi vida?… alguna vez me dedicarían una canción? Obviamente nunca me pasó y se quedó en el cementerio de mis recuerdos esos pensamientos míos… pero bueno quizás en la otra vida pasará.
Soy de esos que creen en el Amor, a pesar de todos los riesgos que para ello conlleven, a pesar de las dificultades que puedan existir, a pesar de las frustraciones y fracasos.
Soy de aquellos que quizás cursi o quizás ridículo, que piensan en encontrar a aquélla princesa perdida por la vida, aquella que se me perdió en mi vida pasada, aquélla princesa que haría felices mis días… si en aquélla princesa.
Y ustedes se han puesto a pensar: ¿Que quisieran de sus vidas? ¿Quizás encontrar también sus princesas? Quizás. Todo llega a su tiempo.
El Anacrónico 